12/18/2017

¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2018!!!



Feliz navidad y próspero 2018!!.. 

Les desea UN CISNE EN EL ARTE y CISNE PRODUCCIONES!!! UN ABRAZO GIGANTESCO!!!! 

 Gracias a la artista nicaragüense Alicia Zamora Noguera,
por permitirme usar su grabado para este diseño.




11/10/2017

Conciertos Navideños - Allegro 2017

Conciertos navideños de la Academia de Música Allegro, 2017.

Teatro Nacional Rubén Darío, martes 19 de diciembre y Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Masaya el miércoles 20 de diciembre. A beneficio de las comunidades de escasos recursos de Masaya, trabajo en conjunto con la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y el padre Bismark Conde.




10/30/2017

DESALAMBRANDO LOS RECUERDOS

Cuando conocí a Daniel Viglietti




Foto: Youtube



El haber crecido en la década de los 80´s, bajo todo el apogeo de la Revolución, era inevitable que no te enseñaran tus padres (más si ellos andaban en el movimiento revolucionario), alguna que otra canción que hubiese marcado, de manera importante, esa época.

Las injusticias sociales, la lucha del pueblo latinoamericano contra los dictadores, los crímenes atroces en contra de las mujeres y niños y muchos temas más, eran musicalizados y cantados por un sinnúmero de artistas, que guitarra en mano y con sus voces fuertes, denunciaban estas anomalías y le daban voz a los que no tenían.

Recuerdo desde mis 5 años, escuchar y cantar con mi madre, con mi tía Zaida, con mi hermana, canciones de Silvio, de Pablo, de Jara, de los Guaraguao, de don Luis y Carlos Mejía Godoy, del Grupo Pancasán, de muchos!... Me aprendí cada canción y a todo pulmón las cantaba, aunque en ocasiones no entendiera la letra de las mismas.

Me enamoré de las melodías, de los acordes de guitarras, de las percusiones, de los solos de flautas traversas, de las marimbas y de las diferentes voces que escuchaba, aún así no conociera al intérprete.

En la primaria muy común era, que se realizaran actos culturales en las escuelas y en donde todos los niños y niñas hacían gala de sus talentos. Muchos bailaban folklore, otros declamaban, otros hacían teatro (llamados en esa época sociodramas) y yo - que como siempre fui inquieta - cantaba.

Mi primer recuerdo en un escenario fue como a los 6 ó 7 años, cantando canciones rancheras de Pedrito Fernández, pero luego me enseñaron el tema Sólo digo compañeros, del cantautor uruguayo, Daniel Viglietti.


Un poco difuso el recuerdo, pero un día canté la canción y gané el primer lugar en mi escuela. Estaba emocionada!.

Ese mismo día me dijeron que por haber ganado, iría representando mi colegio al concurso zonal, donde eran más de 20 escuelas y que sería en la UPOLI. Me entraron nervios, los pies me temblaban porque en mi escuela yo cantaba sin miedo ya que todo mundo me conocía y no me daba pena, pero ya en otros espacios y con otra gente, era diferente!... Mi madre me preparó, recuerdo que me enseñó a darle mejor las vueltas a la canción, a respetar las pausas y a saber darle el final adecuado... Estaba lista.

Daniel Viglietti y Mario Benedetti según la carátula del disco
"A dos voces" (1985).
Extraída del blog Fogón Latinoamericano


Llegó el día y con un nudo en la garganta me fui con mi hermana al concurso, mi madre por su trabajo, no pudo acompañarme.

Entramos a la UPOLI (mi futura Alma Mater), fuimos a la Capilla donde sería el evento y más nerviosa me puse cuando vi al "chavalero" preparándose, estaba llenísimo!... Se me nubló la mente, me entró pánico escénico, la garganta se me secó, no quería cantar!!... Mi hermana me calmó y quién sabe qué me habrá dicho, que al final, agarré valor y subí a cantar.

De ese momento sí me acuerdo como si fuera ayer, subí al escenario, miré a todos fijamente, me temblaban las manos y las piernas mientras el maestro de ceremonia me presentaba... después de una pausa de segundos (que me parecieron minutos), abrí la boca y dije: "Mi nombre es Waleska Rocha y vengo representando al Edgard A. Arvizú y les voy a cantar la 'Mochila Azul' de Pedrito Fernández"... Todo mundo se puso a reír, porque ya habían dicho lo que iba a cantar y a mi hermana creo que casi le da un infarto por lo que dije... Pero eran sólo los nervios que me estaban traicionando!.

Entre las risas del 'respetable', comencé a cantar suavemente, tímida, muy bajo, pero poco a poco comencé a subir el tono, todo mundo se calló y se quedó escuchándome. Los nervios fueron desapareciendo y fui agarrando valor y seguridad en el escenario... canté con el alma!.

Al terminar, me aplaudieron como nunca. Era una niña de 7 añitos que acababa de cantar a capella, frente a un público desconocido y les gusté. Me bajé del escenario y lo primero que hice fue buscar a mi hermana aún con el corazón en la boca.

A la hora de la deliberación en canto, me dio mucha tristeza que quedé en segundo lugar, le dieron el primer lugar a un niño que cantó con guitarra, fue su ventaja.

Pero de todo aquella aventura infantil, me quedó el recuerdo del tema de Viglietti. Una canción que me estimuló a conocer más de la obra de este maravilloso cantautor uruguayo y de much@s más.

 "Sólo digo compañeros", para mi no es sólo una canción, es toda una historia, es la historia latinoamericana, es también mi historia.

Escucha, yo vengo a cantar
Por aquellos que cayeron.
No digo nombre ni seña,
Sólo digo compañeros.

Y canto a los otros,
A los que están vivos
Y ponen la mira
Sobre el enemigo.

Ya no hay más secreto,
Mi canto es del viento,
Yo elijo que sea
Todo movimiento.

No digo nombre ni seña,
Sólo digo compañeros.
Nada nos queda y hay sólo
Una cosa que perder.

Perder la paciencia
Y sólo encontrarla
En la puntería,
Camarada.

Papel contra balas
No puede servir,
Canción desarmada
No enfrenta a un fusil.






10/17/2017

SON NICA 2017

SON NICA, 2017

Muchas nuevas bandas están surgiendo en mi país desde hace muchos años, y me encanta que la música evolucione con propuestas frescas e innovadoras que nos hagan sentir, pensar y actuar... (sin olvidar nuestras raíces).

La industria de la música es muy difícil en Nicaragua. Artistas ya establecidos (aún con su gran trayectoria), son menospreciados en ocasiones por nuestra sociedad y oportunidades como éstas son las que considero, hacen la diferencia.


"El Son Nica", es - y OJO, no trabajo para esta empresa - una producción de una telefónica en Nicaragua que, desde hace algunos años promueve la música nacional con artistas nacionales... ¡es plausible!.





Han realizado homenajes a grandes de nuestra música, como don Otto de la Rocha, Luis Enrique Mejía Godoy, Dimensión Costeña, Hernaldo Zúñiga, Dúo Guardabarranco (por los que tengo un cariño y amor especial), Don Carlos Mejía Godoy y al Salsero Luis Enrique.


Pero que dentro del homenaje a un artista determinado, le den la oportunidad a estas nuevas agrupaciones a sumarse a la fiesta, ¡es maravilloso, eso es promover a nuestros nuevos valores y nuestra cultura!.







Este 2017, se le rendirá homenaje a nuestro Clarinero Mayor, Camilo Zapata (¡muy merecido!) y se ha dispuesto una manera de votación por la banda joven (o "revelación del año", retomando los términos de las premiaciones musicales internacionales), que te gustaría estén en dicho homenaje.






Para los "nicas" que apoyan la música nacional, acá les dejo un link de las bandas participantes en esta contienda (aunque en lo personal me encantaría que estuvieran todas), y voten por la de su preferencia... (yo ya voté por mis TRES favoritas)...


Gracias y que VIVA LA MÚSICA NACIONAL!!




10/06/2017

SEDIENTOS DE VIOLENCIA

OPINIÓN COYUNTURAL


Me siento muy, muy - no sé cómo decirlo - ¿asustada?... Sí, asustada de ver con cuánta violencia y saña la opinión pública trata (tratamos) un caso X en las redes sociales, en la actualidad.

En el caso PriceSmart por ejemplo, fue increíble leer comentarios obscenos, homofóbicos y hasta amenazadores en contra de la cajera y el gerente de ese comercio... ¡¡Ijole, me sentí en la época de la Santa Inquisición!!




Asusta en verdad, ver en qué nos hemos convertido. En amantes a criticar y destrozar a todo mundo... En creernos jueces y verdugos de situaciones que a veces, NO conocemos a profundidad... 

En incitadores a la violencia porque creemos que hacemos bien y es lo correcto o que es el único camino... Que nos hace ver "diacachimba" y justos en poner/decir hijüeputazos y amenazar a cualquiera que se nos ocurra, escudándonos en "la libertad de expresión".

Nos hemos convertido en seres repugnantes que disfrutamos el ver a otros humillados y aplastados.

Gozamos y hacemos "chacota" de las equivocaciones de "figuras públicas", haciéndolas más grande de lo que son.

Todo esto no es sólo por PriceSmart (también tengo mi opinión al respecto), sino que han sido muchas cosas a lo largo de éstos años que han desatado la ira y sacado lo más negro de nosotros.





Si usáramos realmente las redes para exponer y/o denunciar abusos, maltratos, discriminación, etc., ESTARÍA PERFECTO!!, pero de manera responsable y con bases sólidas sin inducir a la violencia y a la humillación pública.

“Derecho que no se defiende, es derecho que se pierde”, pero la forma en cómo vamos a defenderlo, HAY QUE TENER CUIDADO.

Andamos con una sed de violencia y venganza encachimbada y no nos ponemos a pensar que un día podemos ser nosotros, o nuestros hijos e hijas los que estén del otro lado. 

¡¡NO MÁS VIOLENCIA!!


Fotos: Internet


9/04/2017

UN DURO COMIENZO

LA MUJER EN EL ÁMBITO LABORAL DESPUÉS DE LOS CUARENTA.

Mi pasión siempre fue el teatro, hice teatro paralelamente durante los 5 años que estudié Diseño Industrial en la UPOLI, y luego los dos años que estuve en México sacando la Publicidad en la UAEM, pero dada las circunstancias y la situación económica en mi familia, no me podía dar el lujo de dedicarme a ello a mi regreso, porque es bien sabido que la vida de los artistas en Nicaragua es difícil y un poco (o bastante) inestable económicamente, así que con el corazón roto tuve que dejar a un lado mi sueño de convertirme en una actriz profesional, para dedicarme a buscar un trabajo “convencional” y ganar un salario fijo mensual.

A mi venida de México en el año 2000, tuve la fortuna de trabajar en una disquera de mucho prestigio, donde aprendí muchísimo y esto me dio la oportunidad de conocer a muchos artistas (cantantes principalmente), con los que en un futuro no muy lejano, trabajaría más de cerca.

Como teatrista amante de la cultura de mi país, creí que aunque no estuviera en las “tablas”, al menos estaría tras bambalinas produciendo y siendo parte de proyectos artístico-culturales hermosos. Eso me llenaba también y me motivaba a trabajar duro.

Con 26 años, era una mujer que nadie paraba. Adquirí experiencia en producción de eventos, mercadotecnia, ventas, promoción y otras cosas más que ayudaron a desarrollarme y abrirme paso rápidamente en el ámbito cultural.

Para no cansarles el cuento, iba y venía de un lado a otro trabajando y produciendo y lo que más me gustaba era que, en ese vaivén conocí a grandes artistas, cantantes, bailarines, teatristas, poetas, etc., me sentía como pez en el agua!.

Al pasar de los años, ya en la década de mis 30 años, la vida me llevó a las aulas de clase a impartir cursos de Español, Historia del Arte, Diseño de Interiores en universidades y colegios de secundaria. Ese período fue interesante para mí, porque no sabía (o no me imaginaba), tener el don de la enseñanza como mi madre y eso me entusiasmó.

LOS CUARENTA Y MÁS.

Teniendo un trabajo fijo en un Centro Cultural, nunca me preocupé por nada. Escuchaba comentarios pero no les ponía mente – porque sabemos bien que cuando el zapato no nos chima, nos vale madres - y así continué con mi trabajo y mi vida tranquilamente.

Llegado el tiempo, las cosas cambiaron. Mi perspectiva y objetivos cambiaron y decidí aventurarme, independizarme y sacar adelante un proyecto propio que había desarrollado a medias hace unos años y sentí que ya era tiempo… mi productora.

Fue cuando me topé con la realidad, las cosas estaban jodidas. La competencia era atroz, el medio había cambiado enormemente y yo era sólo una parte de un vasto océano. Me dio miedo.

Me fue difícil arrancar (aún estoy en eso), me quedé sin plata y con deudas que pagar, lo que me llevó a buscar trabajo para poder solventar gastos y hacer producir mi empresa. Fue en ese momento que honestamente, agradecí el no tener hijos ni a nadie que dependiera de mí, porque no sé qué hubiera hecho.

Los meses pasaban y nada, enviaba de cuatro a seis currículos por semana a puestos acordes a mis habilidades. Tuve como cuatro entrevistas en lugares que nunca hubiese imaginado trabajar (por el giro comercial de la empresa, no por otra cosa), pero la necesidad me llevó a hacerlo, aunque no fuese en el ámbito cultural. Casi todas las entrevistas, se enfocaban en mi edad y en lo que yo pensaba hacer con mi vida (¿qué iba a hacer?, pues trabajar!), ninguna de esas entrevistas cuajó.

Me sentí aturdida, perpleja y no sé qué más, cuando envié mis documentos a un Centro Cultural y supe (y digo “supe”, porque no me lo dijeron a mi directamente, sino a la persona que me hizo el favor del contacto), que el comentario del responsable fue: “Está bueno su currículo, pero no contratamos a gente mayor”… 


Manon Lescaut (Ópera Puccini)
Ilustración de Rafal Olbinsky. Polonia 1943


Pensé que todo lo que  había hecho en mi vida, que toda mi experiencia, los cursos, el trajín, los desvelos, los sacrificios, no habían valido la pena. Me desplomé.

Pasó un año y yo aún en el desempleo, los currículos seguían volando en el ciberespacio, una entrevista tras otra, hasta que un día me cansé.

La depresión no se hizo esperar. Me aislé de mi familia y no quería comer (bueno, tampoco era que me estaba muriendo de hambre, o que estaba en la calle, porque para mi suerte mi madre y hermana siempre han estado conmigo), pero los ánimos estaban por el suelo y me sentía avergonzada de no aportar nada en mi casa, cuando siempre nos hemos dividido los gastos.

Pensé en hacer miles de cosas, dar clases particulares, vender frijoles, helados y qué sé yo qué más... hasta irme del país a buscar vida a otro lado, pero a como están las cosas y como dice el dicho “Si vas a comer mierda, mejor cométela en tu país”. Pero como tampoco quería comer mierda, comencé a “lavar ajeno” (ni tan ajeno, porque era a mi madre), comencé a trabajar de mesera en el bar de una tía, atendiendo a los clientes (de hecho lo sigo haciendo, porque toda esta experiencia la pienso aprovechar para un proyecto que estoy desarrollando) y a hacer diseños esporádicos para proyectos específicos.

Poco a poco siento que voy saliendo del hoyo, ahora estoy como promotora cultural en la Academia de Música Allegro donde mi amiga la profe, Danelia Alvarado – y en donde parte de mi historia comenzó - estoy abriéndome paso como diseñadora gráfica independiente y estoy preparando un proyecto que he venido “cocinando” desde hace unos 5 años… un libro.

Soy una mujer de 42 años de edad, con 17 años de experiencia en diversas áreas, pero eso lamentablemente para muchas empresas, organizaciones e instituciones no tiene validez alguna, porque quieren mujeres menores de 30, con cuerpos maravillosos y experiencia laboral de 20 años.

No tengo los dos primeros requerimientos, nunca fui una modelo (ni quise serlo, a pesar de las presiones sociales) y los años pasan, pero gracias al tiempo transcurrido, tengo la experiencia, los ovarios, la inteligencia y el apoyo de familiares y amigos para lograr mis metas en esta nueva etapa de mi vida, que quizás ahora sea más difícil, pero nunca imposible.


"La dulzura de la madurez, está en los fracasos superados"
Mikel Agirregabiria
Físico y educador
Gobierno Vasco




Waleska R. Cisne
4 Sept., 2017
Managua





1/03/2017

CON EL TEATRO EN LA SANGRE

Entrevista a Karol Solórzano Morales.
Actriz de teatro con énfasis en teatro infantil



“Amo a los niños y a los adultos que dejan salir su niño interior, me gustaría llegar a viejita y seguir trabajando con ellos porque sus sonrisas son mi inspiración y  fuerza para seguir”. Karol Solórzano Morales



Conocí a la Karol allá por el 2009, cuando yo trabajaba con Katia Cardenal y recuerdo me pareció una mujer muy interesante e inquieta. Una mujer que cuando se propone algo, lo logra sin importar lo que le cueste (me refiero a esfuerzo y dedicación). Una mujer que much@s catalogarían de loca, pero que de loca no tiene nada.

He tenido la oportunidad de observar casi toda su evolución artística y hoy en día, se ha convertido en una destacada actriz de teatro y cuentacuentos infantiles que ha logrado calar en el gusto del público, aspecto que me confirma que no me equivoqué con aquella primera impresión de que era una mujer emprendedora.

Con orgullo les presento a Karol (la negra, para los amig@s), con esta entrevista que le realizara en diciembre 2016, en donde también ustedes tendrán la oportunidad de conocer un poco sobre su vida y sus proyectos.




WR: ¿Cómo iniciaste en el teatro?

Desde niña mi mamá me metió a tomar diferentes clases pero las que más me entretuvieron fueron el ballet y las acrobacias.

En los 80´s había un circo que se llamaba Firuliche y yo le decía que me quería ir con el circo… me picaban las patas al escuchar que la barata pasaba anunciando que estaría en el parque del Barrio. Moría por ver las caras de los niños sonriendo.

Nunca dejé el arte, siempre estaba haciendo algo relacionado: viendo obras de teatro, baile de ritmos latinos en Espacio Abierto (Academia de Danza de la maestra Gloria Bacon), etc.

Hice el intento de hacer danza contemporánea, folclore, diseñaba mis vestidos, hacía aretes, reutilizaba materiales de reciclaje, y así pasó el tiempo...


WR: ¿Tuviste a tus hijos?


Sí, tuve a mis hijos -Raymundo (18) y Steffano (12)-, me casé y me divorcié dos veces, me redescubrí y en ese transitar de mi vida cuando llegue a 4to año de psicología, me comenzó a “jincar” de nuevo la espinita del arte. Me di cuenta que en la Escuela Nacional de Teatro estaba la carrera de teatro y me metí de cabeza con toda la seguridad que una persona puede tener. También estudié en el Justo Rufino Garay, estudié títeres con el Grupo de Teatro y Títeres Guachipilín, saqué un diplomado en teatro infantil y pues, no he parado de hacer teatro hasta el sol de hoy. 


Con sus hijos Raymundo y Steffano


WR: ¿A qué agrupaciones teatrales has pertenecido y cuáles han sido los logros en las mismas?. (Satisfacciones, desilusiones, etc)

Esta pregunta me llena de nostalgia pero también de satisfacción porque he tenido la dicha de pertenecer a grupos de los cuales he aprendido mucho.

El primero fue Manos Verdes. Éramos un grupo de chavalos que estudiábamos la carrera de teatro y como por arte de magia nos juntamos y sacamos 2 obras que presentamos en Managua, Granada y Matagalpa. Es el día y aún sigo teniendo una linda amistad con ellos.

Pertenecí a Guachipilín en donde aprendí a manipular títeres. Esa fue una experiencia muy tierna por la cercanía con los niños.

Formé parte del Grupo de Narración Oral Escénica de Nicaragua donde desarrollé el arte de contar cuentos. 

Recuerdo que una vez estando ahí, lloré porque yo decía que no podía contar cuentos y mi maestra Zoa Meza me abrazó y me dijo que yo sí sabía hacerlo, que cuando estuviera lista lo haría y así fue, cuando llegó el momento no me detuve más!.


Karol con el Grupo Guachiplín



Luego formé parte de las Hijas de la Luna, como resultado de un taller con Marcos Canales y salió una obra de teatro a la que le tuve y le sigo teniendo mucho cariño, así como a sus integrantes.

Más recientemente, fui co- fundadora de Las Hijas del Maíz, grupo en el que permanecí hasta hace poco. La experiencia con las 6 mujeres que integrábamos el grupo en un inicio fue encantadora tanto para nosotras como para el publico mismo, éramos 6 mujeres valientes, activistas, emprendedoras y sobre todo dispuestas a resistir lo que se viniera porque nuestra bandera siempre fue la lucha por los derechos de las mujeres y en eso armonizábamos. 

De este grupo me quedó ese aprendizaje, ese pensamiento y sensación de que fui feliz el tiempo que tenía que serlo, aunque los malos ratos (que nunca faltan al convivir en colectivo), también me hicieron crecer. 


Karol con las Hijas del Maíz

WR: Muchas artistas utilizan su arte como un canalizador (¿catalizador?) de emociones que les sirva en su vida cotidiana… ¿este es el caso de Karol Solórzano?. ¿Porqué?

Yo creo que no podés desconectar las emociones del arte. Le prestás tus energías, tus emociones y sentimientos al personaje mientras estás en escena, pero hay un límite entre la actriz y el personaje que no se debe cruzar. 

Ahora para canalizar mis emociones como Karol Solórzano tengo otras alternativas, hago yoga, salgo con mis amigas y amigos, bailo, hago pico de gallo o salpicón para liberar el stress, platico con mi mamá y mi papá, juego Mario Bross con mis hijos y mis sobrinos y si paso el mundo 1 y me lo celebran!... diseño atrapasueños, en fin, hago tantas cosas para canalizar las energías que al final cuando hago teatro ya estoy desestresada y lista. 



WR: ¿Cómo has equilibrado tu vida de artista con el ser madre?

Pues hasta ahorita como que todo se va poniendo en su lugar. Me ha costado mucho por que cuando he tenido que viajar fuera del país, he tenido que estar muy pendiente de ellos, pero ahora ya están más grandecitos, incluso hasta se van a trabajar conmigo en ocasiones.



Karol con sus hermanos y su mamá


WR: ¿Qué papel juega la familia en tu desarrollo como actriz?

Si mi familia no creyera en mí, me habría costado más llegar hasta donde he llegado. Son quienes me apoyan en todo y lo han hecho desde un inicio, incluso estando lejos. 




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Uno de los proyectos que Karol actualmente desarrolla, es la Tía Karol, una señora muy creativa, dinámica y carismática que le cuenta cuentos a los niñ@s todos los sábados por la mañana en HISPAMER.

La Tía Karol cada cierto tiempo, viaja a diversas comunidades y centros de estudios para deleitar con sus historias a la niñez nicaragüense, induciéndolos a una lectura y recreación sana.

Esto fue lo que me contó sobre este hermoso proyecto.



La Tía Karol con los niños


WR: ¿Cuáles eran tus expectativas iniciales con este proyecto?


La verdad es que desde el comienzo le puse entusiasmo y di siempre lo mejor de mí. 

En el camino me he encontrado con personas como Don Jesús de Santiago y  su esposa Dorivel Castro que creyeron en mí y para los cuales presto mis servicios como cuenta cuentos desde hace 2 años en Hispamer.



WR: ¿Cómo es ser la Tía Karol?

Es tener en mis manos el sueño que tuve en mi adolescencia. 

Recuerdo que cuando estaba en secundaria le decía a Regina, (mi mejor amiga), que quería tener un kínder con muchos niños y que además cada niño pudiera desarrollar una habilidad artística y ella respondía: “lo vas a hacer, tenés madera para los niños”.
























Ser la Tía Karol es una gran responsabilidad porque además de que educás de una manera lúdica y agradable, tenés que ser consecuente con lo que pensás y lo que hacés. 

No soy sólo la Tía Karol cuando cuento cuentos, también lo soy cuando estoy sin ese disfraz y ese equilibrio me hace sentir muy bien.


WR: ¿Cómo ha sido la reacción del público con la Tía Karol?


Placentera, agradable, cómoda, divertida. Mi público meta siempre son los niños, pero fíjate que de un tiempo a la fecha los adultos se quedan escuchando el cuento y viendo la actuación, aunque éstos no lleguen con niños, es precioso eso!.


La Tía Karol con los niños



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WR: Como mujer, ¿cuáles han sido los obstáculos a los que te has enfrentado en el mundo de la actuación?.

Soy una mujer de sentir las vibras de las personas y de los sitios. Muchísimas veces he tenido que lidiar con eso y ser tolerante. 

La parte financiera es algo con lo que estoy segura todos o casi todas las personas que hacemos teatro coincidimos, que no podemos vivir solo de eso ya que no es bien remunerado. 

Como mujer muchas veces también estás expuesta a que te vean como objeto sexual y creen que por estar en este mundo tienen derecho a faltarte el respeto… ya a más de alguno me ha tocado poner en su lugar!. 



WR: ¿Tus experiencias más significativas y enriquecedoras, a lo largo de estos años de carrera?

De las cosas más significativas y enriquecedoras en estos años puedo decir con certeza que han sido la experiencia de haber conocido el Teatro Cabaret a través de la agrupación Las Reinas Chulas de México y conocer que podemos por medio del teatro reírnos de nosotras mismas sin hacer tanto drama.

Haber sido parte de esas 6 Hijas del Maíz, haber sido dirigida por la profesora Alicia Irene Pilarte (Nicaragua) y Ana Francis Mor (México) y poder encontrar dentro de mi misma lo que deseo hacer el resto de mi vida, como es trabajar con niños. 



WR: ¿Cuál considerás vos, que sea el lugar del teatro en la sociedad nicaragüense?


En los últimos años el teatro en Nicaragua ha cobrado vida, ahora hay tantas maneras de hacer teatro que da gusto decir que hacés teatro en este país. 

Estamos llegando por medio del teatro a lugares y personas que no creímos que llegaríamos. Como las personas con capacidades diferentes, que hacen teatro y esto socialmente es un avance importante para nuestro país. 



La Tía Karol con Gabriel (niño autista), asiduo asistente a las jornadas de cuentacuentos

























Yo por ejemplo, cuando cuento los cuentos, me encanta ver entre el público niños con capacidades diferentes y sentir que ya podemos utilizar el teatro como una herramienta para trabajar otras cosas, no sólo la parte recreativa, sino también la educación inclusiva. 



WR: ¿Proyectos para este 2017?

Quiero llegar a los niños a los que nunca les han llevado teatro. Formar grupos de niños sin distinción alguna que desarrollen este arte y que ésta sea su herramienta para la vida. 

Que los niños sientan la lectura de una manera agradable y no como una obligación.

Y por último, pero no menos importante, ayudar a conseguir que nuestros maestros utilicen el cuentacuentos como una herramienta lúdica dentro del aula de clases.













Fotos: Cortesía de Karol Solórzano